Pollo en Salsa de Camarones
Cueza un pollo en poca agua con una cebolla, zanahoria, ramo de olores (perejil, tomillo, una hoja de laurel) y poca sal. Cueza en poca agua tantos camarones de río como comensales (calculamos seis). Retire las colas (resérvelas) y siga cociendo 250 gramos de caparazones por largo rato (si hiciera falta, cueza más camarones para completar el peso de caparazones).
Retírelas del caldo (resérvelo) y macháquelas muy fino en el mortero, vertiendo el molido a 125 gramos de mantequilla derretida a fuego suave (puede poner las caparazones con un poco del caldo en la juguera y triturarlas ahí finamente).
Cuele la mantequilla en estado líquido, adicionada del molido y sus jugos, a través de un paño muy fino para que no pase ninguna parte dura y enfríela en un pote hasta que se solidifique.
Cocido el pollo, retírelo, y con el caldo haga una salsa suprema: ponga en una olla una cucharada copetona de mantequilla, derrítala a fuego suave y agregue una cucharada de harina. Revuelva.
Agregue de a poco el caldo (de preferencia, si ha quedado, caldo de los camarones), condimente con sal y pimienta blanca, y haga su salsa como una bechamel, poniendo al final crema y una cucharada sopera de mantequilla de camarones (una por cada cuarto litro de salsa).
Agregue las colas y caliéntela. Lo importante es que la salsa tenga un pronunciado sabor a camarón. Viértala sobre el pollo ya despresado en la fuente de servir.
Rellene como guarnición barquitas de masa ya listas y calientes con una cola de camarón con su salsa.
Chuletas de Chancho "a la Embajadora"
Tome cuatro grandes y muy gruesas chuletas de chancho y las fríe en 100 gramos de mantequilla, hasta que estén listas. Trasládelas a una fuente y manténgalas calientes.
En la misma mantequilla cocine ligeramente cuatro panas de pollo enteras ("hígados" de pollo habrá que decir, para que entiendan los refinados) y deposítelas sobre las chuletas.
Luego, fría en la misma mantequilla, cuatro cabezas de champiñones de París grandes (sin el tallo) y póngalos encima de las panas. Si tiene Ud. a mano cuatro rebanadas de trufa negra, póngalas coronando los champiñones.
Si "se le acabaron", prescinda. Agregue a la mantequilla de la sartén un vasito de Oporto o de Madeira más un poco de gelatina de pollo asado (en eso se transforma el jugo del pollo, cuando se enfría) si lo tiene; revuelva todo bien unos minutos raspando el fondo de la sartén, y vierta esta salsita sobre las chuletas.
Sirva bien caliente.
En la misma mantequilla cocine ligeramente cuatro panas de pollo enteras ("hígados" de pollo habrá que decir, para que entiendan los refinados) y deposítelas sobre las chuletas.
Luego, fría en la misma mantequilla, cuatro cabezas de champiñones de París grandes (sin el tallo) y póngalos encima de las panas. Si tiene Ud. a mano cuatro rebanadas de trufa negra, póngalas coronando los champiñones.
Si "se le acabaron", prescinda. Agregue a la mantequilla de la sartén un vasito de Oporto o de Madeira más un poco de gelatina de pollo asado (en eso se transforma el jugo del pollo, cuando se enfría) si lo tiene; revuelva todo bien unos minutos raspando el fondo de la sartén, y vierta esta salsita sobre las chuletas.
Sirva bien caliente.
Ruperto de Nola.
Ruperto de Nola la.
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