Autor: Pablo Neruda
"(...) Lleven a la cocina
el congrio desollado
su piel manchada cede
como un guante
y al descubierto queda
entonces
el racimo del mar
el congrio tierno
reluce
ya desnudo
preparado para nuestro apetito
Ahora
Recoges
ajos,
acaricia primero
ese marfil
precioso
huele
su fragancia iracunda,
entonces
deja el ajo picado
caer con la cebolla
y el tomate
hasta que la cebolla
tenga color de oro
Mientras tanto
se cuecen
con el vapor
los regios
camarones marinos
y cuando ya llegaron
a su punto,
cuando cuajó el sabor
en una salsa
formada por el jugo
del océano
y por el agua clara
que desprendió la luz de la
cebolla,
entonces
que entre el congrio
y se sumerja en gloria,
que en la olla
se aceite,
se contraiga y se impregne
Ya sólo es necesaria
dejar en el manjar
caer la crema
como una rosa espesa,
y al fuego
lentamente
entregar el tesoro
hasta que en el caldillo
se calienten
las esencias de Chile,
y a la mesa
lleguen recién casados
los sabores
del mar y de la tierra
para que en ese plato
tú conozcas el cielo"
Esa es la receta en verso de Pablo Neruda para el caldillo de congrio. Uno de los platos emblemáticos de la comida criolla, inexistente para algunos, importante y exportable, para otros.
"(...) Lleven a la cocina
el congrio desollado
su piel manchada cede
como un guante
y al descubierto queda
entonces
el racimo del mar
el congrio tierno
reluce
ya desnudo
preparado para nuestro apetito
Ahora
Recoges
ajos,
acaricia primero
ese marfil
precioso
huele
su fragancia iracunda,
entonces
deja el ajo picado
caer con la cebolla
y el tomate
hasta que la cebolla
tenga color de oro
Mientras tanto
se cuecen
con el vapor
los regios
camarones marinos
y cuando ya llegaron
a su punto,
cuando cuajó el sabor
en una salsa
formada por el jugo
del océano
y por el agua clara
que desprendió la luz de la
cebolla,
entonces
que entre el congrio
y se sumerja en gloria,
que en la olla
se aceite,
se contraiga y se impregne
Ya sólo es necesaria
dejar en el manjar
caer la crema
como una rosa espesa,
y al fuego
lentamente
entregar el tesoro
hasta que en el caldillo
se calienten
las esencias de Chile,
y a la mesa
lleguen recién casados
los sabores
del mar y de la tierra
para que en ese plato
tú conozcas el cielo"
Esa es la receta en verso de Pablo Neruda para el caldillo de congrio. Uno de los platos emblemáticos de la comida criolla, inexistente para algunos, importante y exportable, para otros.
"El primer chef de la "nueva cocina chilena" fue Neruda, quien le incorporó a nuestro tradicional caldillo, crema y camarones".
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